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						Primeros 
						pasos en la carrera espacial 
						
						La rivalidad entre los Estados Unidos y la Unión 
						Soviética por el dominio del espacio exterior data de la 
						década de 1950. En los primeros años, la URSS siempre 
						iba por delante, logrando hitos que los americanos 
						observaban con inquietud  impotencia. 
						
						  
						
						En este punto, los 
						Estados Unidos, conscientes de que los rusos les 
						llevaban siempre la delantera, decidieron dar un vuelco 
						a la situación. 
						
						  
						
						El 25 mayo 1961, en 
						una sesión conjunta del Congreso de EEUU, el presidente 
						John Fitzgerald Kennedy lanzó el reto al pronunciar 
						aquellas famosas palabras: 
						“Creo que esta nación 
						debería comprometerse a lograr el objetivo, antes de que 
						acabe esta década, de llevar un hombre a la Luna y 
						traerlo de vuelta sano y salvo a la Tierra”. 
						
						Algún testigo afirmó 
						que, al escuchar esto, el director de la NASA preguntó 
						si alguien deseaba ocupar su puesto. El resto estaba en el 
						aire, y se materializaría en los programas Mercury, 
						Gemini y Apolo. 
						
						¿Cuál era la 
						experiencia de los EE.UU. en ese momento de la carrera 
						espacial?.  
						
						Pues tan solo 20 
						minutos de vuelo espacial no tripulado. 
						
						¿Qué recursos se 
						dedicaron al programa Apolo?  
						
						Un presupuesto de 
						110.000 millones (dólares de 2010).  
						
						Entre 370.000 y 
						400.000 personas trabajando para el programa.  
						
						Universidades, institutos de investigación, laboratorios 
						de los EE.UU. y de muchos otros países. 
						
						20.000 empresas 
						contratistas y subcontratistas. 
						
						¿Cuál fue el 
						beneficio económico del programa Apolo?  
						
						Cada dólar invertido 
						se convirtió en 20 dólares de retorno en forma de 
						beneficios en investigación y tecnología. 
						
						  
						
						El cohete 
						Saturno V 
						
						  
						
						Esta impresionante 
						máquina es el Cohete Saturno V. Tiene un diámetro de  
						10,1 metros y una altura de 110,6 metros. Su peso total, 
						cargado de combustible, es de 2.970 toneladas. 
						
						El de la imagen es 
						uno de los tres cohetes que no llegaron a ser lanzados y 
						que se puede visitar (ahora ya a cubierto) en el Centro 
						Espacial Kennedy. Llama la atención el tamaño de los 
						cohetes de la primera fase comparado con el de las 
						personas. 
						
						Vamos a ver las 
						partes que componían este gigantesco cohete. 
						
							
								
									
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						Primera etapa (S-IC) 
									
									Potencia: 5 motores F1  
						Empuje combinado: 33,4 MNw 
						Propulsores: 2..200.000 litros RP1+OL 
						Longitud: 42 m 
						Peso total: 2.290 toneladas 
									
									Su misión 
									es colocar al cohete a 61 kilómetros de 
									altura en 2 minutos  | 
								 
							 
						 
						
						  
						
							
								
									
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									Segunda etapa (S-II) 
									
									Potencia: 5 motores J2  
						Empuje combinado: 4,5 MNw 
						Propulsores: 1..300.000 litros HL2+OL 
						Longitud: 22,5 m 
						Peso total: 496 toneladas 
									
									Su misión 
									es colocar la nave en órbita terrestre 
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									Tercera etapa (S-IVB) 
									
									Potencia: 1 motor J2  
						Empuje combinado: 0,9 MNw 
						Propulsores: 300.000 l HL2+OL 
						Longitud: 18,8 m 
						Peso total: 126 toneladas 
									
									Su misión 
									es impulsar la nave  desde la órbita 
									terrestre en dirección a la Luna  | 
								 
							 
						 
						
						  
						
							
								
									
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									Cuarta 
									etapa 
									
									Unidad de instrumentos (IU) 
									
									Con forma de anillo sobre 
									la tercera etapa 
						Porta el sistema de guía para del cohete 
						Ordenador digital 
						Computadora control de vuelo analógica 
						Sistema de detección de emergencia 
						Plataforma de guía inercial 
						Acelerómetros de control 
						Giroscopios de velocidad de control. 
						Peso total: 1,8 toneladas  | 
								 
							 
						 
						
						Esta cuarta fase 
						alberga el Módulo de Control (CM), donde se 
						ubican los tres astronautas, el Módulo de Servicio (SM) 
						con el soporte vital (agua, oxígeno, combustible...) y 
						el Módulo Lunar (LM) que va plegado al despegar y 
						será la nave que lleve a dos de los tripulantes a la 
						superficie de la Luna. 
						
						Después de liberarse 
						de la tercera etapa del cohete, la tripulación debía 
						realizar la complicada maniobra de transposición, 
						atraque y extracción. Ésta consistía en  
						
						  
						
							
								
									
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									3   | 
								 
							 
						 
						
						  
						
						En esta maniobra, el 
						conjunto CM+SM se separa del resto y efectúa un giro de 
						180 grados (transposición), de modo que queda encarada 
						con el LM. Entonces se acerca el CM al LM hasta 
						acoplarse (atraque). Una vez acoplados, se saca el LM de 
						su lugar (extracción), quedando los tres acoplados de 
						este modo durante el viaje de ida la Luna. 
						
						  
						
						Con ésta 
						configuración llegarían a nuestro satélite y entrarían en 
						órbita lunar. 
						
						Veamos algunas 
						curiosidades sobre el módulo lunar (LM). Con unas 
						dimensiones de 6,98 m de altura y 9,45 m de anchura y un 
						peso en vacío de 15 toneladas, estaba formado por dos 
						mitades: el módulo de descenso y el de ascenso. El 
						módulo de descenso es la parte que se quedaría para 
						siempre en la superficie de la Luna, mientras que el de 
						ascenso sería el utilizado por los astronautas para 
						abandonar la superficie lunar. 
						
						  
						
						El módulo de descenso 
						era como una caja octogonal de 3,23 m de aljura y 4,53 m 
						de anchura que descansaba sobre cuatro patas articuladas 
						que terminaban en un disco de 94 cm de diámetro 
						claramente visible en la imagen superior. Una de las 
						patas albergaba una escalera de 9 peldaños por la que 
						descenderían los astronautas Armstrong y Aldrin hasta la 
						superficie lunar. 
						
						Muchas veces se ha 
						planteado la pregunta sobre cómo de obtuvieron las 
						imágenes de los astronautas descendiendo por la 
						escalerilla hasta la superficie. En la imagen  
						superior se muestra la ubicación de la cámara que captó 
						esas imágenes. Se ubicaba en una parte del módulo de 
						descenso (señalada con un circulo en la imagen) que se 
						abrió poco después de alunizar. Esa especie de cajón 
						abatible era conocida como MESA (del inglés Modular 
						Equipment Storage Assembly) y contenía el denominado 
						paquete de experimentos Apolo en la superficie lunar (ALSEP, 
						por sus siglas en inglés) que recogerían diferentes 
						datos sobre nuestro satélite. 
						
						      
						  
						
						Otra de la 
						curiosidades es consecuencia del género humano: allí 
						donde vamos, contaminamos. Como el habitáculo del módulo 
						lunar era pequeño y no se podría llevar peso extra 
						durante el regreso a la órbita lunar, se utilizaron las 
						llamadas 
						 jettison bags (bolsas de desechos) para 
						liberar espacio en la cabina eliminando la basura. Esas 
						bolsas contenían restos de alimentos, bolsas de orina, 
						equipo innecesario, etc) y se expulsaba al exterior y 
						luego se le daba una patada para dejarlo sobre el módulo 
						de descenso. Así que, antes de descender al suelo lunar, 
						los astronautas tiraron la basura por la escotilla. En 
						las imágenes superiores se puede ver esa bolsa blanca 
						bajo el módulo. 
						
						  
						
						Tras 21 h y 36 m 
						sobre la superficie lunar, los dos astronautas 
						abandonaron nuestro satélite a bordo del módulo de 
						ascenso, equipado con un motor que aportaba casi 1600 Kg 
						de empuje. Así, llegaron a la órbita lunar donde les 
						esperaba Collins a bordo del módulo de mando. Para el 
						acoplamiento en órbita, cada parte llevaba una 
						dispositivo de acople que se aprecia en detalle en las 
						siguientes imágenes. 
						
						      
						  
						
						Mecanismo de 
						acoplamiento entre el módulo de mando y el módulo lunar 
						
						  
						
						Aproximación 
						para el acoplamiento entre el módulo de mando y el 
						módulo lunar 
						
						Una vez acoplados los 
						dos vehículos, los astronautas pasaban por un conducto 
						del módulo lunar al módulo de mando, reuniéndose de 
						nuevo los tres componentes de la tripulación. Entonces, 
						se desacoplaba el módulo lunar que quedaba a la deriva 
						hasta que cayese sobre la Luna. De modo que el vehículo 
						que emprendería el regreso a la órbita terrestre 
						quedaría configurado como se muestra en la imagen 
						siguiente. 
						
						  
						
						Para la reentrada en 
						la atmósfera, se separaba el módulo de servicio del 
						módulo de mando (cápsula Apolo), que es la que efectúa 
						la maniobra de reentrada, protegida por su escudo 
						térmico. 
						
						  
						
						En la etapa final del 
						descenso, se desplegarían los paracaídas para reducir 
						más la velocidad y posarse suavemente sobre las aguas 
						del océano, donde serían recogidos por el equipo de 
						rescate. 
						
						   
						   
						  
						
						  
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