Orientarse de noche con las
estrellas y la Luna
Es posible que en alguna ocasión necesitemos orientarnos y no tengamos a mano una brújula o algún indicio claro de la situación de los puntos cardinales. La orientación de noche se puede realizar a través de las estrellas si el cielo está despejado.
En el hemisferio Norte, para saber donde se encuentra el Norte deberemos identificar la situación de la estrella Polar. Esto es posible a partir de la figura del “carro” de la constelación de la Osa Mayor.
Debido a la rotación de la Tierra, la bóveda celeste parece girar con el transcurso de las horas. Las estrellas se desplazan en trayectorias circulares cuyo eje de rotación es el polo celeste, muy próximo a la estrella Polar. Cuanto más cerca de él
están, las estrellas describen círculos más pequeños.
La rotación del
cielo se evidencia en esta toma de dos horas
18-07-1998, Película Fuji 800 ASA
desde Casinos (Valencia)
En cambio, los círculos son tanto más grandes cuanto más nos alejamos del polo celeste. A una distancia de 90 grados de aquel, nos encontramos las estrellas de la zona del ecuador celeste (la prolongación en el cielo del ecuador de la Tierra). Las estrellas de esta zona describen círculos de tamaño mayor.
Si seguimos
alejándonos del polo Norte celeste, nos adentraremos en el hemisferio Sur del cielo y las estrellas describen círculos centrados en el polo Sur celeste, como se aprecia en la siguiente ilustración
Trazos estelares en el
ecuador celeste
Imagen de
Koen Van Gorp, tomada el
14-09-2007 desde Montaux (Francia)
Partiendo, pues, de la figura del carro de la Osa Mayor podemos identificar la estrella Polar. Esta es la estrella del extremo del pequeño “carro” que también forma la Osa menor y, además, la más brillante de ellas, aunque es una estrella discreta a simple vista.
Desde las dos estrellas del extremo del cuadrado del carro, si prolongamos unas cinco veces la línea imaginaria que las une llegaremos hasta la estrella Polar, tal como se aprecia en la figura siguiente.
Las dos estrellas del
extremo del carro indican la posición de la estrella polar
En cierto modo, la Luna también puede ser un elemento de orientación. Cuando está creciente sus puntas señalan siempre al Este, y cuando está menguante lo hacen hacia el Oeste.
Si no se está seguro de distinguir entre creciente y menguante, recomiendo la lectura del tutorial “Los diferentes aspectos de la Luna” en esta misma web. De
todos modos, téngase en cuenta que la Luna nos “miente”, adoptando forma de “C” de “creciente” cuando realmente está menguando.
Orientarse con el Sol y un
reloj
A plena luz del día es posible la orientación si el Sol está visible en el cielo y disponemos de un reloj de manecillas.
Antes que nada tendremos que poner en el reloj la hora solar, que difiere de la hora civil en una hora en invierno y dos en verano, cantidad que deberemos restar a lo que marca el reloj.
Orientación con el Sol y
un reloj desde el hemisferio Norte
Entonces, apuntaremos la aguja de las horas (la más corta) en dirección al Sol. La bisectriz del ángulo formado por ésta y las doce del reloj señala el Sur. Localizado éste, sabemos que mirando hacia el Sur, tendremos el Norte a nuestra espalda, el Este a nuestra izquierda y el Oeste a nuestra derecha.
Orientación con el Sol y
un reloj desde el hemisferio Sur
En el hemisferio Sur, la disposición del reloj cambiará, ya que allí las 12 del reloj apuntarán en dirección al Sol, y la bisectriz del ángulo que forme esa línea con la aguja de las horas señala al Norte
Este método es aproximado y produce bastantes errores cuando se hace desde lugares de latitud muy baja.
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