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¿Qué son las constelaciones?

 

 

 

Orión se asocia a la figura de un guerrero

La bóveda celeste y sus constelaciones

En la remota antigüedad, el firmamento nocturno era algo importante en la vida de las personas. Sin los problemas actuales de contaminación lumínica, desde cualquier lugar se disfrutaba de un cielo completamente plagado de estrellas.

Las estrellas parecían estar todas “pegadas” a una inmensa bóveda, a la misma distancia todas ellas. El conocimiento de dicha bóveda a nivel popular era mucho mayor que hoy en día.

De esa observación del cielo, unida a sus creencias y mitos, imaginaron inexistentes líneas que unían ciertas estrellas, formando figuras imaginarias a las que dieron nombre y que son las constelaciones, las cuales representaban personajes mitológicos, objetos comunes, animales, etc.

La gente no usaba relojes y se guiaba por el Sol y las estrellas para saber en que punto del día se encontraban, para orientarse, para conocer las distintas  estaciones, etc., repercutiendo todo ello en sus costumbres cotidianas.

Era importante especialmente para saber la mejor época para la siembra y la recolecta en el campo, del cual vivía todo el mundo. El conocimiento de las constelaciones ofrecía una eficaz ayuda en la orientación a viajeros y navegantes.

Todo esto hacía más fácil identificar estrellas en el cielo, saber la hora, orientarse, al tiempo que permitía transmitir mejor su conocimiento de generación en generación.

Obviamente, que unas estrellas unidas por líneas imaginarias formen la figura de una constelación, no significa que mantengan ninguna relación física entre sí. De hecho, en la mayoría de los casos todo se debe a un efecto de simple perspectiva, como se ilustra en las siguientes figuras. 

     

La perspectiva para un observador terrestre muestra como estrellas, independientes entre sí,

pueden formar las figuras de las constelaciones. A la izquierda, Orión. A la derecha, la Osa Mayor.

Las estrellas de una constelación están a diferentes distancias de nosotros, y se mueven en direcciones diferentes y a velocidades distintas, como muestra la figura siguiente.

El movimiento propio de las estrellas que forman el carro de la Osa Mayor.

Puede apreciarse que la figura que vemos hoy es algo circunstancial.

Además, dichas figuras son totalmente arbitrarias, dado que las distintas civilizaciones reconocían constelaciones diferentes, debido a sus distintas creencias o a estar asentadas en latitudes diferentes. Sin embargo, la peculiar disposición de algunas estrellas sí se asociaba, con distintos nombres, en diferentes culturas. Tal es el caso de las Pléyades, o de la constelación de Scorpius (el Escorpión) y Taurus (el Toro).

La proyección del ecuador de la Tierra en la bóveda celeste es el llamado ecuador celeste y, al igual que ocurre con nuestro planeta, divide la bóveda en dos hemisferios, el cielo boreal (al Norte) y el austral (al Sur). Por lo tanto, hay constelaciones boreales y australes.

Sobre el origen de las constelaciones, es imposible precisar quienes fijaron las primeras. Las excavaciones han mostrado pinturas, objetos e incluso construcciones que representan constelaciones, o que utilizan las posiciones de las estrellas en la bóveda celeste, en culturas que datan de miles de años antes de la era cristiana. Con el paso de los siglos, algunas nuevas se han ido popularizando y arraigando, mientras que otras han ido cayendo en desuso hasta desaparecer.

Los egipcios ya conocían Orión. Aunque no se sabe que pueblo fue el responsable, sí se sabe que en el siglo V a.C. se agruparon doce constelaciones bajo el nombre de Zodíaco (zoo significa animal). Agrupaba a doce constelaciones con figuras de animales que formaban una franja del cielo sobre la que se desplazaban unas estrellas peculiares, pues eran las únicas que cambiaban de posición, a las que llamaron planetas (planeta significa estrella errante).

Las doce constelaciones que formaban el Zodíaco eran :

Aries  (el Carnero)

Taurus  (el Toro)

Gemini  (los Gemelos)

Cáncer  (el Cangrejo)

Leo  (el León)

Virgo  (la Vírgen)

Libra  (la Balanza)

Scorpius  (el Escorpión)

Sagittarius  (Sagitario)

Capricornius  (Capricornio)

Aquarius  (Acuario)

Pisces  (los Peces)

El primer catálogo que se pueda denominar como tal fue el Almagesto, escrito por Claudio Ptolomeo en el siglo II a.C. que contenía 1022 estrellas agrupadas en 48 constelaciones, las doce zodiacales antes mencionadas y otras 36, que son:

Andromeda

Aquila

Ara

Argo Navis

Auriga

Boötes

Canis Major

Canis Minor

Cassiopeia

Centaurus

Cepheus

Cetus

Corona Australis

Corona Borealis

Corvus

Cráter

Cygnus

Delphinus

Draco

Equuleus

Eridanus

Hercules

Hidra

Lepus

Lupus

Lyra

Ophiuchus

Orión

Pegasus

Perseus

Piscis Austrinus

Sagitta

Serpens

Triangulum

Ursa Major

Ursa Minor

En 1603, el astrónomo alemán Bayer publicó su Uranometria, el primer atlas astronómico que cubría los dos hemisferios celestes. En él aparecían 12 nuevas constelaciones en el hemisferio Sur.

En 1624, Jakob Bartsch cartografió otras 5 más, de las que tres han llegado hasta nuestros días: Monoceros, Camelopardalis y Crux.

Tycho Brahe introdujo Coma Berenices, deslindada de zonas que eran de Leo y Virgo.

En 1679, Augustin Royer creo la constelación de Columba, desmembrada de Canis Major.

Helevius, a finales del siglo XVII propuso otras nuevas constelaciones: Canes Venatici, Lacerta, Leo Minor, Lynx, Sextans, Vulpecula y Scutum.

Finalmente, durante el siglo XVIII el astrónomo Nicolas-Louis de Lacaille completó el conjunto de constelaciones del hemisferio Sur. De entonces datan Antlia, Circinus, Caelum, Fornax, Horologium, Mensa, Microscopium, Norma, Octans, Pictor, Reticulum, Sculptor y Telescopium.

La constelación de la Osa Mayor y la figura que representa según la mitología.

La distribución actual del cielo en 88 constelaciones data de 1928, año en que la Unión Astronómica Internacional (UAI) parceló oficialmente la bóveda celeste en constelaciones con límites precisos, de modo que cualquier punto de la misma perteneciera a una de ellas.

De las 48 constelaciones del Almagesto, que habían sido las utilizadas durante toda la Edad Media, 47 de ellas fueron adoptadas por la UAI que únicamente dividió Argo Navis (el Navío) en cuatro constelaciones: Carina ( la Quilla), Puppis (la Popa), Vela (la Vela) y Pyxis (la Brújula).

Del conjunto actual de 88 constelaciones, La mitad tienen procedencia griega. La lista actual es la siguiente:

Abrev.

Nombre en latín (Genitivo)

Nombre en español

 

Abrev.

Nombre en latín (Genitivo)

Nombre en español

And
Ant
Aps
Aqr
Aql
Ara
Ari
Aur
Boo
Cae
Cam
Cnc
CVn
CMa
CMi
Cap
Car
Cas
Cen
Cep
Cet
Cha
Cir
Col
Com
CrA
CrB
Crv
Crt
Cru
Cyg
Del
Dor
Dra
Equ
Eri
For
Gem
Gru
Her
Hor
Hya
Hyi
Ind

Andrómeda (Andromedae)
Antlia
(Antliae)
Apus (Apodis)
Aquarius (Aquarii)
Aquila (Aquilae)
Ara (Arae)
Aries (Arietis)
Auriga (Aurigae)
Bootes (Bootis)
Caelum (Caeli)
Camelopardalis (Camelopardalis)
Cancer (Cancri)
Canes Venatici (Canum Venaticorum)
Canis Maior (Canis Maioris)
Canis Minor (Canis Minoris)
Capricornus (Capricorni)
Carina (Carinae)
Cassiopeia (Cassiopeiae)
Centaurus (Centauri)
Cepheus (Cephei)
Cetus (Ceti)
Chamaeleon (Chamaeleontis)
Circinus (Circini)
Columba (Columbae)
Coma Berenices (Comae Berenices)
Corona Australis (Coronae Australis)
Corona Borealis (Coronae Borealis)
Corvus (Corvi)
Crater (Crateris)
Crux (Crucis)
Cygnus (Cygni)
Delphinus (Delphini)
Dorado (Doradus)
Draco (Draconis)
Equuleus (Equulei)
Eridanus (Eridani)
Fornax (Fornacis)
Gemini (Geminorum)
Grus (Gruis)
Hercules (Herculis)
Horologium (Horologii)
Hydra (Hydrae)
Hydrus (Hydri)
Indus (Indi)

Andrómeda
La Máquina Neumática
El Ave del Paraíso
Acuario
El Águila
El Altar
El Carnero
El Cochero
El Boyero
El Cincel
La Jirafa
El Cangrejo
Los Lebreles
El Can Mayor
El Can Menor
Capricornio
La Quilla
Casiopea
El Centauro
Cefeo
La Ballena
El Camaleón
El Compás
La Paloma
La Cabellera de Berenice
La Corona Austral
La Corona Boreal
El Cuervo
La Copa
La Cruz del Sur
El Cisne
El Delfín
La Dorada
El Dragón
El Caballito
El Eridano
El Horno
Los Gemelos
La Grulla
Hércules
El Reloj
La Hidra
La Hidra Macho
El Indio

 

Lac
Leo
LMi
Lep
Lib
Lup
Lyn
Lyr
Men
Mic
Mon
Mus
Nor
Oct
Oph
Ori
Pav
Peg
Per
Phe
Pic
Psc
PsA
Pup
Pyx
Ret
Sge
Sgr
Sco
Scl
Sct
Ser
Sex
Tau
Tel
Tri
TrA
Tuc
UMa
UMi
Vel
Vir
Vol
Vul

Lacerta (Lacertae)
Leo
(Leonis)
Leo Minor (Leonis Minoris)
Lepus (Leporis)
Libra (Librae)
Lupus (Lupi)
Lynx (Lyncis)
Lyra (Lyrae)
Mensa (Mensae)
Microscopium (Microscopii)
Monoceros (Monocerotis)
Musca (Muscae)
Norma (Normae)
Octans (Octantis)
Ophiuchus (Ophiuchi)
Orion (Orionis)
Pavo (Pavonis)
Pegasus (Pegasi)
Perseus (Persei)
Phoenix (Phoenicis)
Pictor (Pictoris)
Pisces (Piscium)
Piscis Austrinus (Piscis Austrini)
Puppis (Puppis)
Pyxis (Pyxidis)
Reticulum (Reticuli)
Sagitta (Sagittae)
Sagittarius (Sagittarii)
Scorpius (Scorpii)
Sculptor (Sculptoris)
Scutum (Scuti)
Serpens (Serpentis)
Sextans (Sextantis)
Taurus (Tauri)
Telescopium (Telescopii)
Triangulum (Trianguli)
Triangulum Australe (Trianguli Australis)
Tucana (Tucanae)
Ursa Maior (Ursae Maioris)
Ursa Minor (Ursae Minoris)
Vela (Velorum)
Virgo (Virginis)
Volans (Volantis)
Vulpecula (Vulpeculae)

El Lagarto
El León
El León Menor
La Liebre
La Balanza
El Lobo
El Lince
La Lira
La Mesa
El Microscopio
El Unicornio
La Mosca
La Escuadra
El Octante
El Ofiuco
Orión
El Pavo
Pegaso
Perseo
El Ave Fénix
El Caballete del Pintor
Los Peces
El Pez Austral
La Popa
La Brújula
El Retículo
La Flecha
Sagitario
El Escorpión
El Taller del Escultor
El Escudo
La Serpiente
El Sextante
El Toro
El Telescopio
El Triángulo
El Triángulo Austral
El Tucán
La Osa Mayor
La Osa Menor
Las Velas
La Virgen
El Pez Volador
La Raposa

Los límites de las constelaciones fueron determinados por la Unión Astronómica Internacional y son paralelas a las referencias de ascensión recta y declinación.

Hoy en día, la astronomía profesional se refieren a los objetos por sus coordenadas y ya no por su constelación. Los aficionados sí las siguen utilizando. Para encontrarlas hay que identificar las estrellas que forman sus figuras, lo cual precisa un cielo oscuro, lejos de la iluminación de nuestras ciudades.