¿Te
da pereza observar en invierno?. Si, de acuerdo que hace frío, pero
tiene otras ventajas. Algunas constelaciones sólo se ven en esa
estación, al tiempo que anochece más pronto y no es necesario pasar
tanto sueño. Dispones de más horas de observación y, por si esto fuera
poco, son más frecuentes las noches de atmósfera limpia en invierno. El
frío no debe ser un problema, salvo en casos concretos como ventisca, si
se sabe como combatirlo.
Durante años he visto a gente que
asistía a sesiones de observación y en muchas ocasiones se han retirado,
no por sueño o falta de interés en lo que se les mostraba, sino por no
ir convenientemente abrigados.
En este artículo, trataré de orientar
sobre la manera en que hay que abrigarse antes de pasar unas horas a la
intemperie, en invierno, para realizar observaciones astronómicas.
No insistas si has ido a esquiar
muchas veces a temperaturas bajo cero, o si has hecho senderismo o
montañismo en lugares muy fríos. Te aseguro que pasarás más frío
observando. ¿Por qué?. Sencillamente, porque la mayor parte del tiempo
vas a estar inmóvil, y además será de noche, circunstancias que no se
dan en ninguna de las otras actividades que quieras comparar.
Cuando esquiamos o realizamos otras
actividades, nuestra actividad muscular genera calor, cosa que no sucede
cuando observas por estar prácticamente en reposo. Además, el esquí o el
senderismo son actividades diurnas, por lo cual el cuerpo recibe
radiación solar.
El metabolismo
El
metabolismo es el proceso que transforma la energía de los alimentos en
calor y energía mecánica para nuestro cuerpo.
La
cantidad de energía producida depende de la actividad muscular.
Normalmente toda la actividad muscular es convertida en calor en el
cuerpo, pero durante trabajos físicos externos gran parte de dicho
calor puede perderse. Por ejemplo, al escalar una montaña por cada
vatio necesario generaremos al menos otros cuatro vatios más que se
disiparan en forma de calor.
El
metabolismo basal, es el gasto mínimo energético diario que el cuerpo
necesita para seguir funcionando (latido del corazón, músculos en
alerta, sistema nervioso comunicándose con el cerebro y los nervios,
etc). Equivale a la energía que consume nuestro cuerpo cuando estamos
acostados y en reposo.
Por
ejemplo, para un varón de 30 años el metabolismo basal (el mínimo
admisible) está entorno a los 45W. Esa cantidad se incrementará en
cuanto realice cualquier actividad, de modo que sólo con andar a paso
normal ya aumentará en 110W más.
Los
valores del metabolismo basal según edad y sexo se muestran en la tabla
adjunta.
METABOLISMO
BASAL en función de la edad y el sexo
|
HOMBRES |
MUJERES |
EDAD |
W
/ M2 |
EDAD |
W
/ M2 |
6
10
15
20
25
35
45
55
|
61,480
56,260
53,766
48,059
46,678
44,869
43,349
41,876
|
6
10
15
20
25
35
45
55
|
58,719
53,244
51,968
41,969
41,412
41,412
40,530
38,489
|
Según
la postura, añadir:
Sentado
Arrodillado
Agachado
De
pie
De
pie inclinado
|
10
20
20
25
30
|
La
medición del metabolismo se puede expresar en diferentes unidades,
kilocalorías (kcal), joules (J), y vatios (w), cuyas equivalencias y
tablas de metabolismo según edad y actividad física las puedes
encontrar en
http://www.mtas.es/Insht/ntp/ntp_323.htm
Para
calcular nuestras necesidades de energía por Metabolismo Basal, hay
muchos recursos. Por ejemplo, en Internet podemos encontrar webs que nos
facilitan el cálculo, como por ejemplo
http://www.room42.com/nutrition/basal.html
http://members.tripod.com/metabolismo_un/MB1.html
Así
pues, al estar prácticamente quieto a pié de telescopio, el
metabolismo se reducirá al nivel de reposo, entorno a los 100W. Si
fuese de día, la radiación solar (aún estando nublado) te aportaría
entre 500 y 1000W más, según el nivel de luz solar que recibas. Peor
en nuestro caso, es de noche y, por lo tanto, este aporte no existe. Más
bien es al contrario, tu temperatura corporal es superior a la de tu
entorno y comienzas a perder calor por radiación.
La pérdida de calor corporal
El
calor que generan tus músculos y que se distribuye por el cuerpo
comienza a perderse a través de tu piel. Con este enfriamiento, vienen
los primeros síntomas, ya que los músculos reaccionan y comienzan a
tiritar para generar más calor. Esto te debe servir como aviso de que
no se estás convenientemente abrigado.
Si
continuas sin poner remedio, se irá reduciendo la circulación sanguínea
en la piel y las partes más exteriores de tu cuerpo para evitar la pérdida
de calor. De momento sólo las exteriores, porque son las menos vitales.
Pero si el proceso se desarrolla, se acaba perdiendo el calor de las
partes centrales del cuerpo que sí que son vitales. Es así como se
llega a la muerte por congelación en casos extremos.
Pero
dejemos los casos extremos, ya que la mayoría cuando comienza a tiritar
y a sentirse incómodo intentar poner solución o se marcha a casa.
Tienes
suerte, ya que tu cuerpo es listo y considera que sus partes más
importantes son la cabeza y los órganos vitales del pecho. Y hará todo
lo posible para mantenerlos en la temperatura adecuada. De modo que si
llevas la cabeza descubierta e irradias más calor del que produces, tu
cuerpo no permitirá que la cabeza se enfríe. Antes, reducirá la
circulación por las extremidades, primero los pies, las manos, la nariz
y las orejas, siguiendo por brazos y piernas.
Conclusión:
SI QUIERES MANTENER LAS MANOS Y LOS PIES CALIENTES, CÚBRETE LA CABEZA.
Fíjate en algunas situaciones: cazadores, montañeros, esquiadores,
gente que vive en países de clima duro, etc... ¿Acaso pensabas
que lo de cubrirse la cabeza era solo estético?. Pues no, y quien lo
sabe lo pone en práctica.
¿Qué ropa me pongo?
El
primer consejo que doy es olvidarse de la estética. No vayas a observar
como si salieras de cualquier noche, con chaqueta o cazadora y ya está.
Las mujeres que se olviden de los zapatos y de los tacones y aparquen
sus abrigos de noche por muy calentitos que sean.
Como
regla general, cuando salgas a observar debes ponerte al menos una capa
de ropa más de las que necesitarías en circunstancias normales a esa
misma temperatura.
Es
recomendable ir colocándose las prendas de abrigo a medida que la
temperatura va disminuyendo durante la noche. No salgas de casa
“forrado del todo” si tienes que cargar material en el coche, luego
conducir, descargar el coche, etc... sin contar que normalmente se cena
antes de comenzar a observar, lo que produce más calor. Si te pasas de
listo en esto, sudarás antes de comenzar y, cuando el sudor se enfríe
en tu piel, te dará sensación de frío.
Puedes
seguir una pauta: coge ropa como si la temperatura que vas a soportar es
unos 15ºC inferior a lo que leas en el termómetro. Recuerda que la
mayor parte del tiempo estarás quieto y radiarás hacia el exterior más
calor del que generará tu cuerpo.
En
primer lugar, la ropa debe ser adecuada para la actividad que vamos a
desarrollar. Indudablemente lo que te pongas debe ser ropa que abrigue y
que no sea ajustada al cuerpo (olvídate de los pantalones vaqueros, que
no aíslan nada). Elige varias capas de ropa fina antes que pocas
prendas gruesas, ya que el aire que quede entre las capas de ropa te
servirá como aislante térmico, además esto te ayudará a transpirar.
El sudor provoca pérdida de calor. Utiliza prendas que no absorban el
agua, es decir, que transpiren como los tejidos termógenos y sintéticos,
que secan más rápido y apenas absorben humedad. Además, si son varias
capas finas de ropa es más fácil quitar y poner según varíen las
condiciones.
No
dejes nada expuesto al frío, protégete todo lo que puedas. Las prendas
de ropa interior de material aislante son adecuadas. Mejor dos pares de
calcetines finos que unos gruesos, aunque hay unos para alpinismo que
también son muy adecuados, pero también resultan más caros. Un suéter
fino (mejor de cuello alto) es ideal bajo uno más grueso. Unas botas de
trekking o de montaña protegerán suficientemente los pies, siempre con
la suela de goma. Sobre todo lo anterior un buen chaquetón de plumas
completa un buen equipo contra el frío.
No olvides unos guantes que
abriguen, aunque tengas que quitártelos y ponértelos varias veces
durante la noche para manipular el instrumental y, fundamental, un gorro
de lana que te cubra bien la cabeza y las orejas. Las manoplas son
mejores que los guantes, pero no permiten manipular casi nada. En cuanto
al gorro yo utilizo uno que, desplegado, es un pasamontañas que sólo
deja libre la zona de la ojos. Ello me permite precalentar el aire que
respiro ya que, al respirar, también se pierde calor corporal.
Los alimentos también ayudan
Comer
algo durante la noche hace que todo sea más llevadero. Se aplaca el
hambre de medianoche y, se aporta calor al cuerpo. Pero comer cualquier
cosa no es suficiente. Si lo haces bien, ciertos alimentos te ayudarán
además a combatir el sueño y a facilitar tu trabajo.
La
cafeína es una sustancia sólida, amarga y soluble. Además, la gente
suele pensar que sólo o se encuentra en el café y en los refrescos de
cola. Pero la cafeína está presente en el té, en los tomates, en el
chocolate, etc.
A
dosis moderadas, la cafeína produce efectos agradables en el organismo.
Es un tónico cardíaco, lo que conduce a un pulso más amplio y fuerte
y a un aumento temporal de la tensión arterial. Por otra parte, actúa
sobre el sistema nervioso, por lo que facilita el trabajo intelectual y
la actividad muscular.
Estos
efectos se pueden considerar como provechosos, pero fácilmente se
pueden tornar en perturbaciones importantes como insomnio, excitación,
ansiedad.
En cada persona los efectos son distintos, ya que hay quien
toma un café y ya no concilia el sueño y, en cambio otros como yo no
tenemos problema para dormir tras ingerirlo. Cuidado con el café, ya
que a la larga puede ayudar a reducir la temperatura corporal. Mi
experiencia personal es que resulta más efectivo un té porque su
efecto es más lento pero es más persistente en el tiempo.
De todos
modos, en mi caso lo que me da mejor resultado es un buen termo con
chocolate soluble (tipo Cola-Cao) bien caliente en invierno y bien frío
en verano. El
chocolate, además de alimentar, se comporta como un excitante y me
ayuda a mantenerme despejado. Otra propiedad del chocolate es que mejora
la percepción de la vista.
Las
bebidas con sustancias estimulantes como ginseng, guarana, taurina o
efedrina no parecen una buena solución, ya que la combinación de cafeína
y efedrina puede provocar problemas cardiacos, además de contener un
aminoácido llamado taurina, cuyos efectos a largo plazo no son
conocidos por el momento.
Los
frutos secos (almendras, nueces, avellanas) y las pasas de uva son muy
adecuados, si no tienes problemas de tolerancia a los mismos,, ya que
suponen un aporte elevado de calorías. También son válidas las
modernas barritas de cereales.
Yo
suelo acompañar a mi termo de chocolate con galletas o turrón,
avellanas y barritas de cereales. Ello me permite ingerirlos en poca
cantidad gran número de veces durante la noche. Es mejor que un
bocadillo de una sola vez.
Si
deseas saber el aporte energético de los distintos alimentos, existe
mucha información en libros e Internet. Por ejemplo, puedes consultar
estos datos en
http://www.madteam.net/tecnica/tecnicaymaterial.php/articulo_26.htm
¿Y en verano?
Cuando
la climatología cambia y el calor aprieta, aumenta el número de
personas que realizan actividades al aire libre. En verano se suele ir más
al campo a observar el firmamento. De noche también refresca. Debes
llevar especial cuidado con las observaciones en altura, ya que puedes
llegar a pasar frío, de modo que en la bolsa de viaje hay que llevar
algo para protegerse. Unas zapatillas de deporte con calcetín son
adecuadas, un pantalón largo (aquí si que te pueden valer los vaqueros
y, al menos, un suéter fino o una sudadera ayudan a pasar la noche de
un modo más agradable.
Te
debes asegurar de llevar suficiente bebida (agua, té frío, Cola-cao),
así como la loción contra los mosquitos.
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